Sedientos de Tinta

Soy una cabecera que desaparece y reaparece, algunas veces...

Y así, la esfera de luz se fue tiñendo de distintos colores y realizando el mismo dibujo en la mano de todos. Al final del ritual, Cissa lucía un tatuaje plateado, Pity uno dorado, Aessa de color castaño, Nym de color azul Francia, Fing de color amarillo, Eleo de color Rosa, Teddy de Gris Plata, Luca de Celeste, Odiseo de Naranja, Seffy de Chocolate y Luli de violeta.

Luli: no! mi mano, no podemos andar con esto por ahí, mira lo que le hiciste a mi pobre manito -acercándose a Pity para reclamarle.

Seffy: serías tan amable de fijarte de nuevo, querida?

Nymp: si, nena, por los chizzpurffles de Merlín, no es para tanto.

Luli: -volvió a mirarse la mano y ya no tenía nada- pero si yo....

Aessa: según este libro el tatuaje es solo momentáneo, y sirve para establecer comunicación entre los miembros del ritual, o sea...?

Pity: o sea que si alguno está en peligro o ve algo raro, aprieta la mano y piensa en otra persona que tenga el tatuaje -y apretó su mano a la vista de todos.

Teddy: a la otra persona -muestra su mano- se le "enciende" el tatuaje con el color de la persona que la está llamando -su tatuaje mostraba un brillo dorado.

Aessa sintió un escozor en su mano y vio como su tatuaje brillaba de un color naranja vivo. Miró hacia todos los chicos y vio que Odiseo le sonreía y le guiñaba un ojo.

Aessa le devolvió el libro a Teddy con algo de brusquedad. La verdad era que aún tenía cierta desconfianza de que el ritual en si no fuera de magia negra, pero hasta el momento solo parecía que era antigua magia ritual, la misma que usaban los magos del medioevo.

Los chicos fueron dejando el bosque tranquilamente, la luz suave de la luna los guiaba. Pity y Teddy se fueron quedando relegados a fin de que nadie los viera entrar en la estatua del Sirmurgh.


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La mañana del lunes llegó antes de lo que todos esperaban.


Draco: entonces -tomando un frasco de gel y metiéndolo en el bolso- ya tengo todo listo, me llevo a Armand y apenas pise suelo español te escribo.

Hermione: y ten cuidado con lo que comes, la última vez que fuimos de vacaciones a España te indigestaste con unos mariscos.

Draco: si, ya sé, nada de mariscos, lo prometo.

Hermione: le avisaste a Harry?

Draco: si, él sabe donde se encuentra mi primo. Es más, me dijo que el fin de semana anterior fueron con Ginny a comer donde ellos.

Hermione: entonces me quedo mas tranquila.

Draco tomó su bolso, se despidió de Herms con unos besos y se dirigió a un palo de golf que estaba junto a la chimenea, el cual era un traslador que lo llevó directamente hasta el departamento que tenía en Londres.

Desde allí llamó un taxi y fue hasta el Magipuerto, rumbo a España.


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Durante el almuerzo, en la sala de ensayos


Pity: -sentada al piano- tranquila, no es difícil, los muggles lo llaman "Blues".

Pixie: y si me equivoco y la gente se empieza a reír de mi?

Pity: -riendo- eso no va a pasar, porque para eso son los ensayos. A ver, tú mírame tocar y luego pruebas si te sale bien, si?

Pixie: y tú como aprendiste a tocar el piano?

Pity: a mi me crió una familia muggle de apellido Hodgins, y como mi padre adoptivo es diplomático, a los cuatro años empecé con las clases de piano, y tú?

Pixie: mis padres están exiliados y como mi madre toca el piano muy bien y tenía mucho tiempo libre decidió que sería bueno que yo siguiera sus pasos. Pero si te criaron los Hodgins como es que te apellidas Parker?

Pity: ergh, son demasiadas preguntas para un día, mejor sigamos con la clase de piano.

Las chicas se quedaron al piano practicando hasta cerca de las 16:30, por lo que tuvieron tiempo de charlar y ver que no eran tan distintas como creían, de hecho, compartían muchas cosas.

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Por la Noche, en la Sala de los Menesteres


Eleo fue la última en llegar.

Eleo: chicos, lo siento pero no me puedo quedar mucho, no me siento bien y creo que necesito de mi medicina pronto.

Luca: prima, estas segura que no quieres que te acompañe a la enfermería?

Eleo: no, tranquilo, un rato mas aguanto, y por nada me perdería una rica cerveza de manteca bien fría.

Cissa: lamento decepcionarte, no están tan frías como yo esperaba, pero te saco una de más abajo.

La rubia fue hasta donde estaba la vieja heladera de campamento con algunas botellas de cerveza, algunas de manteca y otras muggles, metió la mano hasta bien abajo, y tomó una botella.

Cissa: mmm.....ojalá estuviera mas fría -dijo en un susurro.

Inmediatamente la botella se congeló.

Cissa: rayos!

Le pasó la botella a Eleo, y tomó otra cerveza. Primero se percató de que nadie la observara y se concentró con todas sus fuerzas para hacer que la cerveza se enfriara...pero nada pasó.

Fing: bueno, ya que estamos todos, porque no nos organizamos para hacer rondas nocturnas a ver si atrapamos a los del Grindelmort?

Seffy: esa es una buena idea, pero también sería muy bueno si practicáramos mas duelos, no siempre se tiene la suerte de encontrarse con Black.

Eleo: Seffy tiene razón, ellos son muy buenos y no creo que todos puedan salir ilesos.

Aessa: Eleo, y tú como hiciste para escapar? porque eran cinco a uno, no??

Luca: -interrumpiendo- mejor sigamos con eso de las rondas que es una buena idea.

Odi: sería perfecto si pudiéramos poner una carnada y otras dos o tres personas las siguieran.

Cissa: y quien sería tan ingenuo para ofrecerse de carnada?

Odi: lo sorteamos, eso sería lo mas justo para todos.

Albus: Odi, no te olvides que ya atacaron a Fing, dos veces.

Nymp: listo!, ya hice pequeños pergaminos con los nombres de todos, los ponemos en esta bolsita y hacemos el sorteo.

Teddy: y quién saca los pergaminitos para saber como se hacen las rondas??

Luca: mi hermanita aún no hace mucha magia, ella puede hacerlo.

Pity: me parece bien, si están todos de acuerdo.

Luca: la voy a buscar, Cissa me acompañas?

Seffy: y a tus padres no les llamará la atención que sales con tu hermanita a esta hora?

Luca: mi papá salió de viaje hoy temprano y seguro que mamá esta ocupada, ni lo notará.

-

Minutos después regresaron Luca y Cissa, con la pequeña Cassandra, quien eligió tres grupos de tres y uno de cuatro. Luego los chicos se pusieron a practicar duelo, guiados por Pixie y Fing que eran los que mas experiencia tenían.


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Martes


Pity y Pixie, seguían con las clases de piano, de a ratos se les sumaba Cissa que opinaba, pues tenia muy buen oído musical.

Esa tarde, Cissa se retiró temprano del ensayo. Se dirigió hacia la sala común, pero cuando llegó, la sala estaba abarrotada de gente, y quería estar a solas, por lo que se fue hasta el jardín de invierno de las mazmorras, que se encontraba un piso por debajo de la sala común de Slytherin.

En el jardín reinaba el silencio, como la calma previa a una tormenta, y aunque todo estaba repleto de plantas y flores, no parecía haber mucha vida allí. Además, las pequeñas ventanas no ayudaban a la entrada de luz solar, eran pequeños rectángulos de vitreaux antiguo adoselados a los anchos muros, y terminaban en ventiluces casi tocando el techo. Por esas ventanas se podía ver la lluvia torrencial que caía fuera.

-

Luca salió de su habitación algo aburrido de estar acostado en su cama. Con la elegancia que lo caracterizaba se levantó y entró en la sala común; pero el murmullo inusual de los estudiantes encerrados debido a la lluvia, le molestaba. Entonces se dirigió a los jardines de invierno, donde sabía perfectamente que no iba a haber nadie.

Cuando abrió la puerta, se dio cuenta que se había equivocado, aunque este error no le molestaba en absoluto.

Reconoció a la rubia solo con mirarla, a pesar de que estaba de espaldas a él sentada en el dosel de la ventana y con la mirada perdida en la lluvia torrencial.

Se acercó lentamente y procuró hacer un poco mas del ruido necesario con los pies, para que ella notara su presencia.

Cissa: -sin apartar la vista de la ventana- Hola Luca.

Luca: -notando la tristeza en la voz de la rubia- Hola, mi querida princesa...

Cissa: -apenas riendo- siempre buscas levantarme el ánimo.

Luca: no me gusta verte triste -Cissa lo miró, pues no esperaba este tipo de respuesta- eres mucho mas linda cuando sonríes, aunque no puedo negar que te ves bella aún estando triste -levantó su mano izquierda y acarició lentamente la mejilla de la rubia.

Permanecieron así unos segundos, mirándose a los ojos, disfrutando el momento.

Luca: -dejando de acariciarla y hablando dulcemente- en qué estabas pensando?

Cissa: -enderezándose- nada en especial, es sólo... que nada... -y volvió a mirar por la ventana.

Luca se acercó de lado a Ciss, y le tomó la mano. En cuanto sintió el contacto de la piel de la rubia contra su propia piel, sintió que todo se volvía oscuro, pero sólo unos segundos.

Una imagen como lejana, como un recuerdo... una niña de unos 7 años... su pelo rubio suelto... un vestido blanco... ella corría... una muchacha de unos 25 años la seguía cuidando que la niña no tropezara... se escuchó ruido de cascos... madre e hija sonríen y corren al encuentro de un hombre a caballo... el hombre lleva un paquete... la niña rompe el papel... una escoba nueva... la niña está feliz, se siente feliz, es feliz... y todo desapareció...

Luca volvió en sí bruscamente. Pasó un rato hasta que comprendió, o por lo menos él así lo creía, lo que había sucedido. Observó el rostro de la chica, por su mejilla rodaba una silenciosa lágrima.

Luca: -tomando el rostro de Ciss- todo se resolverá, estarás con ellos pronto, no falta mucho, te lo prometo.

La muchacha asintió y Luca le limpió dulcemente las lágrimas con su dedo.

Luca: no te mentía cuando te dije que eres bella aún cuando lloras... -acercándose a ella.

Cissa: -mirando sus ojos grises- Luke, no deberíamos hacer esto... no podemos...

Luca: -acercando su rostro- y qué es lo que piensas que voy a hacer?

Cissa: -con la vista fija en los dulces labios de Luca, los que hacía tiempo deseaba- algo peligroso... creo...

Pixie abrió la puerta rápidamente, y se quedó allí plantada en cuánto vio como Luca y Cissa se alejaban uno del otro.

Pixie: emmm... estaba buscando... a... Ciss! Si, eso, estaba buscando a Ciss. Pero si estás ocupada, hablamos luego.

Luca: -dirigiéndose hacia la puerta- no, no, está bien, quédate, de todos modos tengo que irme.

Y el rubio salió rápidamente. Pix y Ciss se quedaron solas, calladas, sin saber si podían o no hablar de lo que había sucedido, y decidieron que lo mejor era hacer de cuenta que nada había sucedido, aunque jamás lo aclararon con palabras.

Luca corrió hasta la habitación de sus padres y buscó en la pequeña biblioteca que tenía Draco. Sabía que algo de allí lo podría ayudar a entender que habían sido esas visiones. Buscó en todos los títulos, hasta que encontró un libro sin titulo, de cubierta de cuero negro muy gastado, parecía muy viejo. Lo sacó de la habitación y se dirigió a la suya.

Una vez allí, cerró la puerta con un hechizo a fin de que nadie lo molestara. Se sentó en su cama y abrió el libro. Leyó ligeramente algunas páginas, no había nada acerca de visiones. En la mitad del libro, descubrió que éste tenía una esquina doblada, como marcando una página.

Había un dibujo con trece estrellas formando un gran círculo y un círculo más pequeño de color negro en el centro. Había también unas frases en latín que el joven reconoció de inmediato.

Luca leyó todo lo referido a ese antiguo conjuro... no podía creer de lo que eran capaces Pity y Teddy...

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Por la noche


Hermione, Pixie y Pity estaban paradas frente a la puerta de la sala de menesteres. La directora caminó tres veces por enfrente de ésta y una puerta de madera de nogal apareció. Las tres entraron.

Hermione: está tal y como la recuerdo -dijo mirando con atención hacia toda la sala.

Pixie: y donde se supone que estamos?

Pity: no me lo creo, es ésta?- mirando a Hermione.

Hermione: si, es ésta, la sala de entrenamiento del Ejercito de Dumbledore.

Pixie: wow!

Hermione: por qué no empezamos con la práctica?

Pity: uff me siento re importante!!

La clase con Hermione fue muy amena para las chicas. Primero les enseñó unos hechizos de defensa y ataque, pero como ambas resultaron muy buenas en duelos, pasó a la segunda parte, la de dominar su habilidades.

Primero fue el turno de Pity, a la que hizo relajar como en una clase de yoga para luego pedirle que piense en una nube pequeña, la cual formó sin problemas. Luego de aparecer y desaparecer la nube unas cuantas veces, y de aprender a controlar el tamaño de la misma fue el turno de Pixie.

Para la colorada no fueron difíciles los conjuros que Hermione le propuso; después llegó el turno de la magia oscura. Tampoco tuvo problemas, no por nada era una Black. Ya cerca de las 11 dejó que las exhaustas chicas se fueran a sus habitaciones.

-

Pity apenas alcanzó a dormir hora y media, pues esa noche tenía ronda con Teddy y Eleo.

Teddy: Pitita, despierta amor, que tenemos que ir a la ronda con Eleo.

Pity: si, dame un segundo.

Teddy: eso me dijiste hace 10 minutos, linda -se acercó y le dio un beso en la frente- vamos!

Pity se levantó a duras penas y salieron al encuentro de Eleo. Caminaban tranquilamente hasta que Eleo rompió el silencio...

Eleo: y hace cuanto están juntos?

Pity y Teddy: QUE!!

Pity: como te diste cuenta?

Eleo: ja ja, escucho sus corazones acelerarse cuando sus manos se rozan, y veo como se ríen al mirarse sin sentido.

Teddy: wow nunca dejas de sorprenderme, niña!

Pity: pero promete no decirle a nadie.

Eleo afirmó con la cabeza.

Pity: desde hace un par de semanas.

Teddy: las mejores semanas de mi vida!

Ahora reían animadamente los tres.

Grindelmort 1: pero miren que tenemos aquí, el trío de los más freakes de Hogwarts.

Los cinco grindelmorts se pusieron en guardia.

Pity: -con sonrisa sarcástica- mira Ted, y creen que podrán con nosotros.

Eleo: que tal si les damos una lección? -sacando su varita.

Teddy: pues me parece que aquí habrá una linda pelea.

Pronto rayos de todos colores surcaban el aire. Los tres chicos dominaban bien los hechizos de defensa y nunca se quedaban atrás en los ataques. Pero para sorpresa de los chicos, Eleo fue golpeada de lleno por un stupefy, pero en lugar de desmayarse solo perdió la varita.

Dos de los grindelmorts intentaron atacarla a sabiendas de que Pity y Teddy no la podían defender, pues ellos también se encontraban en una encarnizada lucha. Al ver los rayos que brotaban de las varitas enemigas, Eleo dio un ágil salto y quedó como adherida a la pared de frente mirando a sus agresores.

Grindelmort 4: maldita fenómeno, aprenderás a respetar la sangre pura.

Eleo: agh -mostrando un rostro duro, los ojos dorados y unos afilados dientes- y tú aprenderás a respetarme a MI.

La muchacha dio un salto y quedó por unos instantes suspendida en el aire. De un solo golpe con el revés de la mano dejó desmayado a unos de los encapuchados. Los sucesivos stupefy y expelliarmus que le lanzaba el restante atacante no la afectaban, por el contrario parecía fortificarse de ellos.

Eleo se acercó a la muchacha -pues así lo dedujo por su voz-, la tomó por las ropas y la lanzó por los aires al menos unos cinco metros. Luego fue al rescate de sus amigos.

De un simple salto avanzó los 20 metros que la separaban de Pity y Teddy que luchaban contra tres enemigos tan aguerridos como ellos.

Eleo parecía se deslizó en el aire y sorprendió a todos con la forma en que se apareció, flotando con los brazos extendidos y una pierna levemente elevada de la otra y su majestuosa y elegante forma de caer en el suelo completamente de pie.

Eleo: largo de aquí, bastardos.

Grindelmort Líder: y tú piensas que puedes con nosotros?

Eleo: mira como quedaron tus dos amigos.

Sin bajar la varita el líder se dio vuelta y vio a sus amigos desmayados en el suelo.

Líder: no crean que se salieron con la suya, volveremos.

Con estas palabras los tres encapuchados salieron corriendo recogiendo a los heridos, mientras que los tres amigos miraban sobradoramente.

Teddy: Eleo, estas bien?

Eleo: si, solo algo cansada de estos idiotas.

Pity: y cuando pensabas decirnos que tenias Hemoglofagia?

Eleo: yo no digo nada que ustedes viven juntos y ustedes no dicen nada de mi enfermedad.

Pity: es un trato.

Teddy: cuenta con nosotros, pero a ver si me enseñas eso de flotar en el aire.

Eleo: jeje, es un secreto familiar!


****************

Miércoles


Pity caminaba por la sala de los menesteres masajeándose la cabeza. Ella y Teddy habían pasado el final de la tarde revisando los apuntes que tenían del libro negro con el que realizaron el ritual.
Sabían de antemano que el ritual exacerbaba los dones naturales de aquellos que realizaran el ritual y atribuía otros dones a aquellos que no los poseyeran naturalmente.

Teddy: Pitita, te sientes bien?

Pity: que no me digas Pitita, que quieres que nos descubran y nos echen del colegio!?

Teddy: tarde o temprano alguien se va a dar cuenta que no duermo mas en mi cama, pero lo digo por tu cara, te sientes bien?

Pity: si, solo que estoy algo cansada, y no se me ocurre nada.

Teddy: nada?

Pity: si, nada, como hago, digo como hacemos para saber quien tiene cada poder?

Teddy: no te preocupes, ya le vamos a encontrar una solución.

Ninguno de ellos notó que Luca desde el fondo los miraba con mucha atención.

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Jueves


Esa noche les tocaba hacer la guardia a Pix, Fing, Albus y Julie. A la colorada no le gustaba nada la compañía de estos dos últimos, por lo que caminaba apartada delante de ellos. A Fingolfin esto le molestaba en demasía, no quería que esto sucediera ya que doblaba en una esquina, y la muchacha quedaba sola por unos segundos hasta que ellos también doblaran.

Los nervios del muchacho eran tales que no le quitaba la vista de encima a la joven.

Mientras que caminaba tratando de igualar el rumbo de la colorada comenzó a preguntarse a sí mismo que nombre le darían a su relación. Nunca habían hablado del asunto, aunque nunca antes se lo había puesto a pensar.

Iba en esos pensamientos cuando Albus, golpeándolo con el codo en las costillas, lo interrumpió.

Al: me estás escuchando?

Fing: -algo sorprendido, pues no había escuchado que su amigo le hablara- perdona, qué decías?

Al: se puede saber en que rayos estás pensando?

Fing: emm... no estaba pensando en nada. qué te hace pensar eso?

Julie: ya veo que no estabas pensando -algo recelosa- que te traes con esa Black?

Fing: -dejando de caminar- es sólo que no quiero que esté sola, de acuerdo? -subiendo levemente el tono de voz.

Al: bueno, ya, no te enojes, pero creo que ella puede cuidarse muy bien sola -recordando el incidente del primer partido de Quidditch de la temporada.

Fing: aún así, no creo que sea prudente que ande por ahí sola -comenzó a caminar pero se detuvo al ver que su amigo y su hermana no lo seguían- vienen o no?

Julie: es a ti a quien le preocupa que pueda sucederle algo a esa...

Fing: ten cuidado con lo que dices! -las palabras salieron antes de que pudiera darse cuenta de la reacción que no debería haber tenido.

Al: ahora la defiendes? -levantando incrédulo una ceja.

Fing: -había hablado de más y ahora tenía que remediarlo de alguna manera- no la estoy defendiendo, somos un equipo ahora, y si hubiese algún otro ataque cerrarían el colegio -esperó algún tipo de respuesta, pero pudo ver en sus caras que no habían creído ni una palabra de lo que había dicho- ustedes hagan lo que quieran, yo voy a vigilar por aquel lado.

El muchacho caminó apresuradamente hacia el pasillo por el que había doblado Pixie. Albus se quedó meditando unos segundos la extraña forma de actuar de su amigo. Luego se dirigió a su novia.

Al: no te parece que Fing está actuando algo extraño últimamente?

Julie: puede ser, los chicos actúan siempre algo raro a esta edad.

Al: -con una media sonrisa- ah, si?

Julie: -riendo ante la expresión de Al- si, así es -con gesto pensativo- deben ser las hormonas.

La muchacha se apoyó contra el muro.

Al: -se acercó lentamente y apoyó una mano a cada lado del cuerpo de Julie- si, puede ser, las hormonas nos alteran un poco.

Julie comenzó a ponerse nerviosa, pues se estaban acercando peligrosamente a un asunto del que nunca habían hablado y a un punto al que nunca habían llegado, a pesar del tiempo juntos.

Albus acercó su rostro al de la muchacha mirándola fijamente. Cuando estuvo a solo unos centímetros, cerró los ojos e intentó besarla, pero sólo se encontró besando la fría piedra de la pared donde hace solo unos segundos estaba apoyada Julie.

Miró en todas direcciones, en busca de su novia, pero todo lo que encontró fue su túnica y su uniforme tirados en el suelo justo delante de él.

El castaño intentó encontrar una explicación lógica a la desaparición repentina de la chica, levantó la ropa del suelo y cuando se incorporó escuchó que lo llamaban. Miró hacia un lado y hacia otro, el pasillo estaba vacío y bastante oscuro, entonces vio que una de las puertas más cercanas estaba entre abierta.

Metió su mano en el bolsillo aferrando la varita, pues recordó que estaban realizando una guardia, se acercó precavido a la puerta y divisó a Julie asomando su cabeza haciéndole señas con la mano para que se acercara.

Al: -corrió hasta ella- me quieres decir que estás haciendo?

Julie: -sin salir del aula y asomando sólo su cabeza- no tengo idea de que fue lo que ocurrió.

Al: por qué te quedas ahí? Sal de ahí, alguien podría escucharte.

Julie: estoy desnuda! -algo enojada por que el muchacho no se haya percatado de eso ya que llevaba su ropa entre las manos.

Al: y qué demonios haces desnuda? Toma, vístete.

Julie: crees que yo quiero andar por ahí corriendo desnuda como una maníaca? -tomó su ropa y cerró la puerta- espera un minuto ahí. No te vayas! -siguió hablando a través de la puerta- te estoy diciendo que no sé que sucedió; estaba apoyada en la pared junto a ti y de pronto estoy del otro lado de la pared y desnuda! Gracias a Merlín que no había nadie.

Al: estás diciendo que atravesaste el muro?

Julie: que se yo!, podría ser, te repito que no sé que pasó!

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Viernes


Cuando todos hubieron llegado a la Sala de menesteres, Pity se aclaró la garganta a fin de hacerse notar por encima del murmullo.

Pity: emmm... chicos! Por favor! -esperó hasta que se hizo el silencio- Gracias. Bueno, que les parece si empezamos con encantamientos de defensa?

Aessa: como cuáles?

Pity: -sonriendo satisfecha- como éste... -se alejó unos metros del grupo de estudiantes y apuntó hacia un punto en la pared del otro extremo- ... expecto patronum!!!!!!!!!!!

Del extremo de su varita salió primero una especie de neblina plateada, y fue tomando forma hasta convertirse en un perro Mastin Napolitano, pero 2 veces mas del tamaño real. El animal correteó tranquilamente, dio unas vueltas y desapareció dejando apenas una tenue neblina.

Casi todos los estudiantes se quedaron boquiabiertos, pues era la primera vez que veían un patronus. Pero Pity se percató de que tanto Cissa como Pixie, no se veían nada sorprendidas, y además, para sorpresa de la Ravenclaw, Fingolfin tampoco parecía asombrado.

Pity: veo que no todos es la primera vez que ven un patronus... quien de ustedes saben hacer uno??

Tanto Ciss, como Pix y Fing levantaron sus manos. Pity les pidió con señas que se acercaran y que demostraran cuales eran sus patronus.

Los tres chicos pronunciaron el conjuro casi al mismo tiempo. De la varita de Pix y Cissa salió una figura animal ya formada. El de Pix era un perro de raza siberiano, pero al igual que el de Pity tenía 2 veces su tamaño real, que correteaba de aquí para allá con sobrada energía.

El patronus de Ciss tomó la forma de un salvaje lobo, un poco mas grande que el perro de Pix, y caminaba orgullosamente mirando a los chicos.

En cambio, el patronus de Fing, tardó lo mismo que el de Pity para tomar forma, pero al final se convirtió en un gran tigre que caminaba elegante y lentamente por el salón.

Luego, de un pequeño paseo, los animales desaparecieron al igual que el patronus de Pity.

Al instante, los demás chicos se pusieron de pie y empezaron a imitar el conjuro, tratando de conjurar mas que una ligera voluta de humo plateado.

Al cabo de una hora y media de entrenamiento, del cual la mayoría había logrado mantener con forma de animal el patronus mas de unos veinte segundos, los chicos se relajaron por unos minutos a fin de descansar. Conjurar patronus llevaba un desgaste importante de energía.

Pity se paró enfrente de Luca, éste estaba apoyado tranquilamente y de manera bastante soberbia sobre uno de sus costados en una de las paredes del salón.

A Pity no le gustaba nada la expresión que el rubio exhibía, por lo que intuyó cuál sería la respuesta a su pregunta.

Pity: has descubierto algo?

Luca: -sonriendo de lado- si, descubrí algo... muy interesante por cierto.

Teddy: -se había acercado a Pity silenciosamente, pues no le gustaba que Luca estuviera cerca de ella- y se puede saber que es tan interesante?

Luca: -dirigiéndose a Pity- piensa en algo...

Pity lo miró sin querer creer que era él quien tenía ese poder. Pensó cosas que no tuvieran ninguna relevancia, y antes de decidirse que pensar, el rubio le respondió.

Luca: si, ese poder es.... un tenedor... un oso... un perro... una naranja... oh! Vamos podrías pensar en algo mas interesante... o al menos decídete.

Todos en el salón se habían quedado boquiabiertos al ver la expresión de la castaña, ya que revelaba que realmente había pensado en esas cosas.

Teddy se acercó a Pity y le dio media vuelta para poder hablar en privado con ella.

Teddy: -hablando en susurros- porqué tenía que ser él a quien le tocara ese poder? Sabes de lo que podría ser capaz?

Luca: -enderezándose- eso quiere decir que ustedes ya sabían que poderes íbamos a tener?

Pity y Teddy solo le miraron con soberbia, un simple gesto los había delatado y después de todo el chico era un Slytherin; le gustaba envenenar a la gente. Dejando la conversación pendiente, se acercaron a Pixie sin responderle, pues sabían que la intención del rubio era descubrirlos ante todos.

La colorada, que estaba en la misma posición soberbia que su primo, miró despectivamente a Pity.

Pity: y a ti que te sucede? -casi chocándola.

Pixie: nada -con fingida inocencia.

Teddy: -esperó a que la castaña dejara de bufar- a ti no te ha pasado nada extraño?

Pixie: -hablando cortante y sin mirarlos- no.

La castaña conocía mejor de lo que todos creían a Pixie, por lo que se imaginó a que se debía su actitud.

Caminó en dirección contraria de donde se encontraba la colorada, y miró fijamente a Luca, este entendió que le quería decir algo, *no te enojes por lo que le voy a decir a Pixie, adviértele a Cissa*. El rubio asintió levemente, y Pity le habló a la Slytherin dándole la espalda, mientras, cautelosamente, Luca se acercaba a Cissa, le susurraba algo al oído y, sin que se dieran cuenta, se acercaron a Pixie.

Pity: sabes que creo? -el tono de voz hizo que Pix realmente le prestara atención- creo que si has descubierto algo... -se quedó parada y observando fijamente a Pix.

Pixie: no he descubierto nada... y en si, creo que es mejor, no quiero ser ningún bicho raro...-dijo despectivamente y con gesto de asco.

Pity: -riendo- yo no creo que seamos bichos raros y no creo que eso te preocupe, el tema es que eres una cobarde exactamente igual que tus padres.

Pix: -hablando entre dientes- mis padres no son cobardes!

Pity: y tú?

Pixie. No soy ninguna cobarde.

Pity: entonces, dime, de que tanto se esconde tu familia? si es que, según tu, no son unos cobardes.

Pixie: -moviendo cada vez menos los labios para hablar- eso no es de tu incumbencia.

Pity: pues yo creo que es porque son unos miedosos, son tan cobardes que no enfrentan las consecuencias de sus actos...

En cuanto Pity terminó la frase, la colorada comenzó a avanzar apresuradamente hacia ella, pero Luca y Cissa la tomaron uno de cada brazo, levantándola unos centímetros del suelo.

Luca: cálmate!

Pixie: suéltenme...que me suelten, yo te voy a demostrar quien es la cobarde aquí!

Cissa: no!

Pixie: suéltenme!

Pixie forcejeaba contra los brazos de sus primos que la tenían fuertemente agarrada. De repente ambos la soltaron con rapidez.

Pero ellos no habían cedido a causa de los forcejos de la colorada, sino a causa de que de las manos de la chica brotaron sendos rayos eléctricos, haciendo descarga sobre ellos.

La colorada se quedó quieta una vez que cayó, resignada ya que la habían descubierto. Luca y Cissa trataban de recuperarse del leve shock. Todos los demás observaban las manos de Pix, de las cuales salía electricidad estática, rayos parecidos a raíces eléctricas. Pity y Teddy sonreían triunfantes.

Albus había permanecido alejado, expectante por ver si sus suposiciones eran ciertas. Se acercó a Fing y, desde atrás, le susurró al oído "te lo dije".

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