Sedientos de Tinta

Soy una cabecera que desaparece y reaparece, algunas veces...

Pix: pero que rayos te sucede?- tratando de respirar.

El muchacho presionó un poco mas fuerte el cuello de la colorada, acercó su rostro al de la chica y habló casi en un susurro.

Albus: sucede que no me gusta que juegues con mis amigos -hablando entre dientes.

Pixie: -entrecortadamente- no sé de que hablas.

Albus: sabes perfectamente. He visto cómo lo miras y sé más de lo que tú crees; te conozco y quiero que dejes en paz a Fingolfin... o de lo contrario...

Pixie: qué? Qué vas a hacer? Hechizarme? Sabes que soy mucho mejor bruja que tú…

Albus: denunciaré a tus padres...

Pixie: el Ministerio los declaró inocentes...

Albus: y que hay de la policía muggle? -casi riendo de lado.

La muchacha enmudeció por un momento, ya que no se había dado cuenta de que la acusación de la policía muggle seguía en pie, sus padres estaban sospechados de diversos robos a los bancos y diplomáticos más importantes de Gran Bretaña.

Pixie: no serías capaz –en un susurro.

Albus: pruébame.

El muchacho soltó a Pixie, quien lo miró a los ojos escondiendo el miedo que le había provocado la amenaza.

Ambos se alejaron uno de otro; Pixie se dirigió apresurada a una de las puertas y se alejó rápidamente por el pasillo. Albus la siguió con la vista y dio unos pocos pasos en la dirección contraria, hacia la sala común del EF, pero se quedó quieto al ver que su novia Julie lo observaba.

Albus: -tratando de disimular- hola, mi a...

Julie: no finjas! –le espetó con rabia.

Albus: Julie por favor, no es lo que parece... -trató de explicarse poniendo cara de niño bueno.

La muchacha bufó, salió del baño hacia la sala común y cerró la puerta tras de sí de un portazo.

Albus la siguió y todo lo que pudo ver fue un pie desapareciendo por el muro de enfrente.

Albus: -dándole un golpe a la pared- demonios!!!

El golpe le provocó dolor, pero él ni se percató, y en seguida se metió en su habitación.

El resto de los chicos que se encontraban en la sala común jugando al Monopoly se miraron entre sí, sin comprender la situación.

-

Julie había atravesado la pared y había ido hasta un aula vacía del tercer piso.

Fingolfin decidió seguirla ya que había escuchado parte de la discusión con Albus, y aunque sabía que ellos peleaban habitualmente, no podía dejar a su hermana en ese estado.

Fing entró al aula donde se encontraba su hermana, llorando, sentada en uno de los pupitres. Él entró y se acercó a ella.

Fing: Julie, estas bien? –acariciándole el pelo.

Julie: si, es solo que... –se limpió el rostro con sus manos- bueno, la verdad es que no. No sé si contártelo, es algo vergonzoso y no quiero que se enteren todos.

Fing: qué cosa? No se lo diré a nadie, promesa –agachándose para ver los ojos de su hermana.

Julie meditó y luego, tomando aire, habló.

Julie: es que acabo de encontrar a Al con otra chica.

Fing: otra chica? Y qué estaba hac...

Al ver la mirada que le echó su hermana, interrumpió la frase.

Fing: hablaste con él?

Julie: y qué le voy a decir?

Fing: a lo mejor tiene una explicación para lo que viste, tal vez no era lo que te imaginas.

Julie: tú también con esa mentira? Estoy segura de lo que ví... además, si estaba con esa –remarcando la palabra- no sé que otra cosa podía estar haciendo.

Fing: con quién?

Julie: con la viborita, obvio, Black.

El morocho se incorporó lentamente.

Julie: qué ? Acaso la vas a defender?

Fing: estás segura que era ella?

Julie: cuántas veces voy a tener que decírtelo para que lo creas! Oh, vamos! No es ninguna santa!

La muchacha terminó gritando ya que su hermano había dado la media vuelta y se disponía a salir del aula. Cuando estaba en la puerta, miró hacia atrás y le habló a su hermana con una mano en el picaporte de la puerta.

Fing: le dijiste a alguien lo que viste? Alguien más los vio?

Julie: no y no. Se puede saber qué te pasa?

Fing: -sin prestarle atención a la pregunta- dónde está Albus?

Julie: no lo sé! No vi hacia donde iba.

El muchacho terminó de atravesar la puerta y la cerró de un golpe. Julie corrió, atravesó la pared y se asomó al pasillo.

Julie: no le hagas nada a Al! No es asunto tuyo!

Pero el muchacho no escuchó, o mas bien no quiso escuchar, él quería, debía saber la verdad.

---------------------

Pixie estaba ya recostada en su cama, quería estar sola y se había quedado en su habitación durante la cena, para que nadie la moleste. La amenaza de Albus aún resonaba en su cabeza. No quería perder a su familia, no de nuevo.

Se escuchó que golpeaban en la puerta.

Pixie: no molesten!

Volvieron a golpear, esta vez algo mas fuerte.

Pixie: -sentándose- quién es?!

Fing abrió la puerta y se asomó hacia adentro.

Fing: puedo pasar? –con voz ausente.

Pixie: claro, Ciss está abajo cenando.

El muchacho cerró la puerta con cuidado, y la muchacha vió como conjuraba algún tipo de hechizo en la puerta.

Fing: Pix, tengo que hablar contigo.

El morocho se acercó a la cama y se sentó tranquilamente, pero esto puso nerviosa a la colorada, ya que lo notaba algo molesto.

Pixie: -tomándole el rostro- te sucede algo?

Fing: qué estabas haciendo con Albus?

Le tomó la mano y se la retiró de su rostro.

La muchacha abrió los ojos de la sorpresa, realmente no esperaba que él se enterará y mucho menos tan pronto. Desvió la mirada.

Pixie: ... nada.

Fing: no vas a decirme, verdad?

Pixie: no puedo.

Revelar la verdad significaba exponer el secreto de su familia, y para un Black la familia es siempre lo mas importante.

Fing: sabes? es algo difícil confiar en tí, no haces que ocultarme cosas, como cuando te pregunto por tu familia, de pronto cambias de tema o tienes que irte, crees que no me he dado cuenta? Yo no puedo seguir con esto sino confias en mí. Y ni siquiera eres capaz de explicarme qué rayos estabas haciendo con Albus!

El morocho se levantó enojado y se encaminó a la puerta, pero la muchacha lo tomó por el brazo y lo obligó a darse la vuelta.

Pixie: te juro que no es lo que piensas.

Fing: pero tampoco vas a decírme que pasó, no?

La colorada no dijo nada, permaneció callada deseando de verdad poder confiar en él, pero su conciencia no se lo permitía.

Fing la miró a los ojos, comenzando a creerle, viendo en su gesto que de verdad no podía decirle la verdad.

Recorrió con la vista el rostro de la muchacha, y entonces su expresión cambió.

Fing: no pasó nada? Y esto? –señalando el cuello de la colorada.

Ella no comprendía, por lo que se acercó al espejo y se miró. En su cuello había unas pequeñas marcas rojas.

Pixie: -casi gritando- no es lo que piensas!

Fing puso los ojos en blanco y enseguida salió de la habitación de la colorada.

Pixie se quedó parada frente al espejo mirándose las marcas.

Pixie: -hablando sola- no puede ser… Potter, te juro que me las pagarás.

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Como la hora de la cena casi terminaba, Fing se dirigió directamente hacia el Gran Comedor.

Cuando llegó, un grupo de Gryffindor estaba saliendo, entre los cuales estaba Albus.

El morocho se acercó al castaño a paso firme y con expresión enojada.

Fing: eres un traidor!

Albus no pudo responderle, su amigo le había dado un golpe justo en la quijada. El castaño no lo dudó y en seguida respondió el golpe con otro.

Ambos muchachos estaban enredados en una dura pelea. Nadie la interrumpía, sólo se quedaban mirando como peleaban los antes mejores amigos.

De pronto, un rayo de luz roja les dio a ambos en la espalda, y no pudieron moverse más.

Draco: -había salido del Gran Comedor- ya basta! Ambos, están castigados! Cincuenta puntos menos para cada uno!

La muchedumbre que los rodeaba se comenzó a alejar, mientras murmuraban los supuestos motivos de la pelea.

-

A la mañana siguiente, en la sala común de Gryffindor, en el Gran Comedor y en los pasillos, las razones de la pelea ya habían tomado sus propios rumbos.

Lucy Sethweather: tú sabes por qué se estaban peleando?

Mary Strode: la verdad es que no estoy segura, pero me lo puedo imaginar…

Valerie McCannon: eso es más que fácil! Que no te has dado cuenta?

Lucy Sethweather: de qué?

Valeria McCannon: Pues que Potter ya no está todo el tiempo con su novia.

Lucy Sethweather: y en eso donde encaja Fingolfin?

Mary Strode: piensa un poco, hace ya mucho tiempo que estaban juntos, no me sonaría raro que Potter hubiese buscado… –dudando- diversión por otros lados…

Valerie McCannon: y eso es mas que obvio que molestaría a Fingolfin!

Lucy Sethweather: no me resulta raro, Potter es muy guapo y podría conseguir a quien quiera. Pero aún así sigo pensando que esos fenómenos se están volviendo locos, se la pasan peleando, no me sonaría raro que estén paranoicos…

Por la tarde, ya rondaban fantásticas historias dónde los “Freakies” eran protagonistas de cosas tales como, salas de confinamiento, la expulsión del colegio y la inseguridad que todos corrían al dejarlos libres.


-Sábado por la tarde-


Pity y Mathius, habían salido de Hogwarts, juntos. El muchacho había acompañado a la joven hasta Hogsmeade, para que ella fuera al Londres mágico y de allí, a un hotel muggle londinense.

Un par de horas más tarde regresaron al castillo.

Teddy: hablaste con Jack?

Pity: si.

Teddy: y cuál fue su respuesta?

Pity: con gusto nos da el dinero para comprarnos una casita, pero se ha negado a que sea un préstamo. Yo no quiero deberle nada a nadie, pero él es lo más parecido a un hermano que tengo, no pude negarme a aceptar su regalo.

Teddy: es genial, ahora lo que tenemos ahorrado podemos invertirlo en otras cosas.

Pity: solo espero que nuestros padres no se enteren.

Teddy: me voy a bañar y luego terminamos de hablar.

La chica asintió con la cabeza y se dispuso a tocar el piano.

Las notas de la melodía vinieron a sus dedos como por magia.

XIMENA SARIÑANA - GRIS (MEDIOCRE)

Cuando el cielo se torna gris
Las luces no entienden que hora es
Sentir así no es la cuestión
No distingo la corazón de la razón
Todo ilusión
Quiero escapar gris es todo
Lo que hay
Quiero escapar gris es todo…
Mmmm...MmmmM….
Siempre hay cosas para hacer
Pero, todas me aburren
No distingo el corazón de la razón
Todo ilusión
Quiero escapar gris es todo
Lo que hay
Quiero escapar gris es todo
Quiero escapar gris es todo
Lo que hay
Quiero escapar gris es todo …gris es todo.

Teddy escuchó a su novia, sabía que la tenía que dejar terminar. Tocar el piano y cantar eran su catarsis en esos momentos donde recordaba que la vida no siempre es como uno espera, aunque nos guste el lugar en el que nos encontramos, siempre nuestra alma alberga la esperanza de estar algo, aunque sea solo un poco….mejor.

El muchacho dejó el baño solo con una toalla al cuerpo, le regaló un beso, suave y tierno en la cabeza y en silencio la dejó para que se bañe.

Cerca de media hora después, la chica salió del baño. Ted estaba acostado en la cama con una bermuda leyendo. Pity rió, era una imagen muy cómica, la lectura hacía que Teddy se olvidara de todo, inclusive de secarse el cuerpo.

Pity: Ted?

Ted. Qué?

Pity: la cama.

Ted: que tiene la cama?

Pity: está mojada!

Ted: ups!

Pity: jaja, presta acá eso.

Ted: qué cosa?

Pity: el libro!

Tanto el libro como la toalla que cubría a la chica salieron despedidos por el aire…

-

Teddy y Pity bajaban abrazados por la escalera que se dirigía al vestíbulo.

Teddy: podríamos hacer esto todas los días... verdad?

Pity: -riendo- creo que sí, ya veremos. Tengo el estómago vacío, espero que haya mucha comida.

Teddy: y si no, siempre podemos ir a la cocina, no?... Pitts... me escuchaste? Pit?

Pity se había quedado parada unos escalones más arriba, mirando a la puerta de entrada. En ella estaban Draco y Victoria acompañados de un hombre de pelo castaño con pronunciadas entradas, algo regordete, y una mujer de pelo lacio, manos delicadas y rostro fino.
Habían dejado de hablar cuando los chicos se acercaban.

El hombre miró de forma muy extraña a Pity.

Regulus: -hablando en un susurro a Draco- es ella?

Draco asintió y se adelantó hasta los pies de la escalera.

Draco: -mirando a la muchacha- Pity, puedes acompañarnos un momento hasta mi despacho?

Pity: no!

Teddy estaba sin palabras, no entendía por qué la chica se negaba.

Teddy: Pity, por qué no quieres ir?

Pity: he dicho que NO!

Pasó por entre el hombre y la mujer, quienes la siguieron con la mirada. Pity salió al parque y corrió hasta la orilla del lago, se sentó a la sombra de un viejo haya y rodeó sus piernas con los brazos. *por qué aparecen ahora? Nunca tuve ni una señal de vida de ellos, por qué ahora?*

Tan absorta estaba en sus pensamientos, que no notó que el hombre de pelo castaño se acercaba.

Regulus: puedo sentarme?

Pity: es un país libre –secamente.

El hombre se sentó junto a ella y miró a la muchacha.

Regulus: creo que no nos han presentado.

Pity: -de reojo vio que el hombre parecía algo angustiado- soy Pithya Parker.

Regulus: mucho gusto, soy Regulus Black, pero puedes decirme Nacho.

Pity: Nacho? -levantó su cabeza- por qué Nacho?

Regulus: porque mi segundo nombre es Ignatius… Veo que no esperabas vernos.

Pity: se podría decir que hace tiempo que dejé de esperarlos.

Nacho tomó una piedra del suelo y se puso a jugar con ella.

Regulus: te pareces a tu madre, ella también es muy directa... también tienes sus ojos.

La chica se sorprendió al escucharlo. Sin darse cuenta, tomó también una piedra y jugó con ella, mientras su mirada se perdía en la superficie del lago.

Pity: creo que merezco explicaciones.

El hombre, para sorpresa de Pity, se levantó y se sacudió la túnica.

Regulus: y las tendrás, siempre y cuando estés dispuesta a escucharnos. Cuando quieras hacerlo, puedes buscarnos en Las Tres Escobas. Estaremos esperándote.

Pity: -se incorporó- pero...

Regulus: mucho gusto, Pithya.

Se volvió y fue caminando tranquilamente hasta el castillo, donde Draco y la mujer lo esperaban. Pity vio como se despedían de Draco y se marchaban por el camino que conducía a Hogsmeade. El rubio le echó una mirada a la muchacha y entró al castillo.

Teddy aprovechó que Pity estaba sola y corrió hasta ella. La castaña lo abrazó y no pudo evitar derramar unas lágrimas.

Teddy: quién era ese hombre, amor?

Pity: mi padre.

Teddy: el... el abogado? -Preguntó aunque se imaginaba la respuesta.

Pity: no.

El muchacho no preguntó nada más. Solo se quedaron allí, abrazados hasta que la noche cayó. Volvieron al castillo, Pity se fue a su dormitorio mientras que el muchacho se fue al suyo, que rara vez usaba. Teddy sabía que lo que necesitaba era estar sola. *pero me gustaría poder hacer algo, por lo menos para que se sienta mejor*.

-

Miraba el vacío de su propia existencia, las sábanas revueltas de su presente y las distantes imágenes de su pasado, que aparecían ante sus ojos como estrellas distantes en la noche de su mente.

Recordó todos los malos momentos, todas las preguntas sin responder que se agolpaban en su cabeza; y todos esos sentimientos atrapados en su corazón. El té que su novio le había preparado reposaba frío sobre la mesita de noche.

Ted se sentó al borde da la amplia cama, solo la miró taciturno, ella lo miró a los ojos y salió corriendo.

La tormenta comenzó, pero no era una cualquiera, el agua golpeaba el suelo con mas furia de la normal, ella seguía corriendo y se adentraba en el bosque, corrió hasta que vencida por su propio desasosiego cayó de rodillas llorando.

Su novio, que a duras penas había seguido su paso la alcanzó, la observo tendida de rodillas mirando al cielo como buscando una respuesta. Ted se arrodillo junto a ella y simplemente la abrazó.

Ambos caminaron juntos y en silencio, la lluvia los acompañó durante el resto de la caminata, pero el agua no los tocaba.

Llegaron a Hogsmeade y entraron en “El Caldero Chorreante”. La chica subió las escaleras, mientras que el muchacho se quedó esperando en una de las mesas.

Se quedó parada frente a la puerta 14, ...

…Mientras

Ted se encontraba tomando una cerveza de manteca, mirando por la ventana del viejo bar, hasta que vio un par de figuras que reconoció de inmediato: Hermione y Victoria.

Trató de ocultarse, de mirar hacia otro lado, pero apenas cruzaron el umbral de la puerta lo reconocieron.

Hermione: Lupin, que hace usted aquí? -preguntó, aunque sabía perfectamente la respuesta.

Ted: yo……este…..como es…..nada.

Victoria: ella está aquí.

Ted: si, arriba –vencido.

Victoria: -volviéndose hacia Hermione- bien, yo me hago responsable por la niña. Muchas gracias por todo, Hermione.

La directora comprendió, eran asuntos de familia que debían resolverse en privado.

Hermione: Lupin, vámonos, no querrás que tu casa pierda puntos por tu furtiva huida.

El muchacho miró a Victoria, como esperando que ella lo rescatara, pero la mujer le hizo un gesto afirmativo con la cabeza para que se marchara tranquilo.

La mujer subió las escaleras y se encontró con la chica mirando la puerta. Se acercó a ella, la miró con cariño y la animó a llamar.

–Pasa mamá, la puerta está abierta- respondió una voz masculina desde el interior, evidentemente no esperaban a la chica.

Ambas mujeres entraron.

Victoria: Nacho, mira lo que la lluvia trajo.

El hombre en cuestión salió de la pequeña cocina y quedó perplejo.

Pity: yo, lo sien…-comenzó a balbucear.

Pero la disculpa por su comportamiento grosero de la tarde quedó olvidada en medio del abrazo, por primera vez se sintió en casa.

… horas más tarde…

Los rayos del sol acariciaban su rostro suavemente – ¿y si todo fue un sueño?- se pregunto para sí. No quería abrir los ojos, no quería dejar que la realidad le robara un segundo la fantasía.

Aspiró el suave aroma a lirios y entonces lo aceptó. Abrió los ojos lentamente y vio una pequeña niña de unos 8 años dormir abrazada a su abdomen. Aún podía ser un sueño, podría estar soñando con los hijos que vendrían.

Un par de voces la sacaron del letargo somnoliento.

Nacho: déjala dormir, Isa; ayer fue un día largo.

Isa: pero sólo quiero verla dormir, igual que lo hacías tú cuando era bebé!

La chica sonrió, ningún sueño podría hacerla tan feliz como esta realidad.

La mañana pasó rápido, luego de su primer almuerzo familiar, con sus padres Ignatius e Isabella, sus hermanos Mathius, Theodorus y Casiopea y su abuela Victoria; aún así, Pity debió volver al colegio.

-

En la puerta la esperaban Pix y Ciss; la chica caminó hasta sus amigas. Éstas le sonreían tanto que Pity dudó.

Pix: ya lo sabemos! –dando pequeños saltos.

Pity: quién les contó?

Por supuesto, era mas bien una pregunta retórica, pero las chicas no la interpretaron como tal.

Cissa: fue él! –señalando a Luca.

Luca: fue él! –señalando a Ted.

Teddy: pero no voluntariamente –apretando un poco los dientes.

Aquella escena le pareció cómica a Pity, a quién de pronto todo le parecía más soleado y optimista. Terminó de subir las escaleras, parecía que el suelo no tocaba sus pies, se fundió en un interminable abrazo con Pix y luego con Ciss.

-

Las chicas no podían estar más felices, ahora entendían por que las tres se querían tanto, se defendían y se llevaban tan bien, era el llamado de la sangre. También comprendieron la extraña relación que había con Matt, su hermano mayor.

Pasaron toda la tarde charlando de todas las cosas en común. Cerca del atardecer se sumaron Ted y Luca.

Luca: hey –llamando la atención de todos- porque no aprovechamos y planificamos la trampa para los Grindemorts?

Pixie: je je, que gracioso.

Ted: que te parece gracioso??

Pixie: que solo falta Potter –casi escupiendo con el nombre- y seríamos todos los descendientes de Phineas Black.

Luca: a veces me sorprende tu inteligencia primita, creía que no tenías remedio.

La muchacha le hizo una mueca al rubio.

Pity: además el mapa es de Albus, le corresponde usarlo y nos vendría bien otra persona en el equipo.

Cissa: yo voy a buscarlo –y se internó en el castillo.

Antes de 5 minutos Albus y Cissa estaban allí.

Al: qué es lo que sucede? Cissa no me quiso decir.

Ted: estamos planificando una emboscada para los Grindemorts.

Al: entonces porque no llaman a todos los chicos?

Luca: es que si somos nosotros podemos conjurar un hechizo de protección de la sangre.

Al: qué?!, no te entiendo!

Pity: que todos nosotros –señalando en forma circular- somos descendientes de Phineas Black, por lo que conjurando un solo hechizo nos protegemos todos, entiendes?

Albus: perdona, pero yo no soy descendiente de la familia Black.

Pity: si que lo eres.

Cissa: el lazo que une a padrinos y ahijados, en el mundo mágico es comparable al lazo sanguíneo.

Pero el castaño seguía sin entender y los miraba con el ceño fruncido.

Luca: tu padre es ahijado de Sirius Black.

Albus: ah, ya entiendo.

Pity: además, el mapa es tuyo, corresponde que lo tengas tú.

Albus: -con sarcasmo- que amable de tu parte.

Cissa: entonces te unes a nosotros?

Albus: no lo sé… -mirando de reojo a Pix.

Pixie: no tienes que pedirme permiso, gatito.

Luca los observaba, ambos se estaban portando de manera muy extraña. Su prima, quien había aprendido oclumancia desde niña, no le permitía ingresar en sus pensamientos, pero esto lo venía haciendo desde hacía ya varias semanas, no le llamó la atención más que de costumbre. Pero el castaño se concentraba con todas sus fuerzas en cantar mentalmente canciones y esto no dejaba al rubio ver mas allá. Se preguntó que era aquello tan importante que ambos estaban ocultándole. Aunque de la colorada tenía sospechas, había notado que ella había empezado a portarse de forma distante con todos.

Albus: no te estoy pidiendo permiso… Además, si tanto quieren que participe es muy fácil para ti –señalando a Luca.

Luca: -volviendo en sí- algunas mentes son tan simples que dominarlas es aburrido.

Teddy: bueno, ya basta!, entras o no?

El castaño meditó la opción muy seriamente, lo llamaba enormemente la curiosidad, además de que no le gustaba nada dejar que aquel grupo hiciera planes sin consultar con el resto de los chicos. Los demás lo miraban impacientes, hasta que la curiosidad ganó en la mente de Albus.

Albus: de acuerdo.

Ted: entonces Luca, cuéntales la idea.

Luca: bien, la cosa es así, todas las veces que nos hemos encontrado con los Grindemorts, ha sido en el tercer piso y cerca de medianoche, por lo tanto cerca de esa hora Pixie, nuestra carnada estará por esa zona protegida por Ted y por mí ocultos bajo un hechizo de invisibilidad. Cuando eso suceda tú –señalando a Potter- indicas dónde estamos y con Cissa y Pity se aparecen.

Albus: espera! No era que está prohibido aparecerse en el colegio?

Ted: lo que está prohibido es aparecerse fuera del colegio, pero dentro de las instalaciones del castillo no.

Cissa: además, ya lo hemos probado y practicado.

Pity: no estaremos muy lejos.


Cerca de media noche……..


Pixie caminaba tranquila por el pasillo norte y fingía llorar….

G1: jaja, mira lo que nos trajo la suerte.

G2: alto ahí Black –con un grito.

Pixie: ahora!

Luca y Teddy se descubrieron y comenzaron el ataque, mientras que Albus visualizó en su mapa que los tres chicos no estaban solos….

Cissa: listo, es ahora!

Pity: vámonos!!

Albus: esperen! hay un problema…

Cissa y Pity: qué??

Pity: habla rápido.

Cissa: les pasa algo a mis primos y te juro…

Albus: todavía no me enseñaron a aparecerme.

Pity: demonios!! Cissa, nosotras nos aparecemos, tú ve corriendo.

Con un clac!, las dos chicas se aparecieron donde estaban el resto de sus primos.

Pixie: dónde demonios estaban! ya no los puedo aguantar!

Pity: eso no importa ahora, cúbranme.

Los cuatro chicos se pusieron formando una barrera delante de Pity, quien cerró sus ojos y una tormenta se comenzó a formar sobre su cabeza. Pronto la gran nube comenzó a iluminarse y a desprender rayos, centellas y relámpagos.

Pixie: es mi turno!!

La colorada dejó la barrera y se puso delante y a la derecha de su prima y comenzó a controlar los rayos a su voluntad.

Pixie: Cissa, pronto!

Cissa: demonios! dónde está Albus! Tarda demasiado!!

La rubia detuvo un par de hechizos más y dejó la barrera para colocarse a la izquierda y por delante de Pity, entonces la nube comenzó a largar grandes gotas, que gracias a Cissa se convirtieron en hielo macizo y comenzaron a volar hacia los otros chicos.

Albus no llegaba y era una parte importante en el plan, ya que él junto a Luke debían proteger al resto de los chicos. Los Grindemorts resistían muy bien los embates aunque tenían considerables heridas, uno de ellos cayó por un rayo. La idea de los chicos era provocarles la mayor cantidad de heridas posibles a sus enemigos a fin de poder identificarlos sin usar el mapa.

Ted dejó la barrera, se arrodilló delante de Pity, y comenzó a volver explosivos los granizos que Cissa generaba. Pero el líder de los Grindemorts notó la debilidad en la barrera, que ahora dependía sólo de Luca.

Los atacó. El golpe fue certero y el rubio cayó desmayado.

Cissa: Luca!!!

La caída del rubio bastó para que los chicos se distrajeran y los Grindemorts tomaran la ventaja.
Justo cuando un “stupefy” salía dirigido para Pity, apareció Albus seguido de una figura en una capa de mortífago.

La figura encapuchada alzó la varita y de ella salió un impresionante rayo de luz de color rojo que fue directo a estrellarse en la pared provocando que pedazos de roca cayeran casi encima de los Grindemorts, que aprovecharon la oportunidad y escaparon.

Mortífago: estás bien? –le preguntó a Pity.

Pity: si, abuela, estoy bien pero… que pasó?

Los chicos se sorprendieron al ver que debajo de la capa estaba Victoria.

Pixie: Potter donde te metiste!!! –con los puños apretados y relucientes de estática.

Albus: lo siento! Pero nadie me había preguntado si sabía aparecerme y no me dieron la oportunidad de explicárselos! Tuve que venir corriendo! –respirando mientras se relajaba- En el camino me encontré con Victoria que también venía hacia aquí.

Victoria: que pretendían hacer?! Un Hexia Blood??

Luca: -ya repuesto del golpe- Sí, pero fallamos porque Potter nunca llegó.

Victoria: no culpen al muchacho, igualmente no lo hubieran logrado.

Pity: por?

Victoria: falta Nikki…




Se acerca el Baile de Navidad...

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