Sedientos de Tinta

Soy una cabecera que desaparece y reaparece, algunas veces...

Nunca sentiste que te seguian a pesar de no haber nadie mas?

Siempre volvía a casa por el bosque, me gustaba,aún de noche..., aún mas de noche.
Jamás me había sentido en peligro ahí, me gustaba el aroma del rocío, los sonidos nocturnos, la luna brillando o la lluvia golpeando las hojas.
Ese día, salí un poco más tarde de lo usual del trabajo, pero como ya era pleno invierno, ya estaba tan oscuro como a medianoche a pesar de ser apenas las siete de la tarde.
Volví por el mismo camino de todos los días, estaba marcado en el suelo como un sendero ya que era la diagonal casi perfecta para cruzar la única calle que pasaba por ahí.
No estaba nerviosa, todo lo contrario, iba escuchando música en el celular y estaba tan tranquila que tenía los dos auriculares puestos.
Generalmente me perdía en las notas y en las letras de los temas musicales; a pesar de qe algunas no las entendía, me gustaba imaginar alguna escena que se acoplara con las letras, para después escribirla. Por esto, a veces, o casi siempre, no me daba cuenta cuando ya había salido del bosque, pero se había transformado en tal rutina que mis pies me guiaban en la dirección correcta.
Esa tarde, me haía perdido en un tema de Breaking Benjamin, imaginando alguna escena para mi cuento. Cuando en algún momento caí en la cuenta de que no me era familiar la zona.
Eran los mismo árboles y todo lo demás, era el mismo bosque, se notaba, sólo que sentía que nunca había estado ahí.
Había como una especie de niebla húmeda, lo que no era raro en esta ciudad, pero las gotas que caían por las nervaduras de las hojas llamaron mi atención.
Apagué el reproductor, me saqué los auriculares y entonces supe que en algún momento me había desviado del camino de siempre.
Todo era silencio, sólo silencio, un silencio aplastante y para nada tranquilizador, incluso, las copas de los árboles se movían con el viento sin hacer ningún ruido.
Esto era raro, porque a pesar de que a veces podías olvidarte que estabas en plena ciudad, los ruidos de los autos que circulaban por las calles de alrededor podían escucharse desde cualquier punto.
Pero esta vez, ... nada.
Empecé a preocuparme y me volví para tratar de volver al punto en el que me había perdido.
Caminé bastante tiempo, no podría decir cuanto, puesto que no soy de mirar el reloj para tomarme el tiempo. Además, en aquel lugar tan raro, podría haber estado caminando sólo por unos veinte minutos, que para mi hubiese pasado mas de una hora.
La sensación que empezó a invadirme me inquietó. Sentía que alguien me miraba y me seguía y comencé a ponerme nerviosa como nunca antes. Tenía la extraña necesidad de mirar para atrás, pero por no sentirme tonta después, no lo hice... por lo menos los primeros momentos.
Algún tipo de silbido extraño en medio de aquel silencio hizo que casi saltara y me diera vuelta.
Nada, absolutamente nada. Pero alguien me miraba, podría jurarlo...
Ccaminé otro rato mas, esta vez mas rápido, tratando de enfocarme en volver a mi camino, sólo que ya casi me había olvidado de que estaba perdida, me preocupaba mucho mas el hecho de que algún loco estuviera siguiéndome.
Otra vez, el silbido...
Salté esta vez y tratando de ser rápida miré para atras. Las figuras de los árboles no son tan lindas en estas situaciones. De pronto, era como si miles de ojos me miraran desde todos lados.
El corazón me latió millones de veces por segundo, la respiración era fuerte y sin embargo no me entraba aire a los pulmones, un sudor frío me cubrió toda la cara.
No aguanté mas y corrí. Creo que fue el peor error de toda mi vida, pero... qué podía hacer? quedarme?
En algún lugar del bosque había quedado mi voz, así que sólo me quedaba correr tratando de encontrar la maldita calle. Pero nunca la encontré.
En cambio, me topé con una casa, si se podría llamar así, que obviamente estaba abandonada. Me acerqué y vi que la puerta estaba abierta. No sé por qué, entré, ni siquiera me pregunté por que estaba abierta... tal vez buscaba un lugar para esconderme de esos árboles tan intimidantes.
Como no se veía nada, en cuanto cerré la puerta, agarré mi celular y alumbré el lugar.
Era un desastre. Parte del techo estaba en el medio de la habitación que parecía ser el living de la casa, las ventanas estaban tapiadas con maderas desde afuera, sólo dos puertas mas, de las cuales, sólo una estaba todavía en el marco, y no había ni rastros de muebles.
Me interné en ese lugar tan horrible, y tratando de no caerme con las raices que sobresalían del suelo, me encontré con una escalera que se dirigía hacia el segundo piso...
Vieron esas películas de terror donde el protagonista ve un lugar que da mucho miedo y uno le grita "no entres, no seas estúpido" y a pesar de eso, el o ella no nos escuchan y entran?
No es que no nos escuchan, es que ... uno sólo entra.
A pesar de los agujeros en los escalones logré subir sin meter la pata en ningún lado.
La escalera desembocaba en una única habitación, sin puertas y con pocas ventanas, las cuales estaban cerradas igual que las de abajo. Allí estaba el lugar donde tendría que ir el pedazo de cielorraso que estaba en la planta baja. Por allí entraba un poco de luz, pero era tan pálida que mi celular alumbraba mas, asi que no lo guardé.
Iluminé toda la habitación.
Todas las paredes estaban igual de desnudas que las inferiores; excepto por algo.
Parecía un marco vacío, pero cuando me acerqué pude ver que había un lienzo en él.
Hasta no estar casi encima no pude ver de que se trataba.
Una silla, vacía, en primer plano, en el medio de lo que parecía una pequeña biblioteca y una chimenea en la pared del fondo donde había unas brasas a punto de apagarse. La pintura era tan real, que casi se podía ver el hilo de humo surgiendo de esas brasas.
Me sonó tan extraño... quien iba a hacer un cuadro de una silla?
Acerqué mas el celular para ver si podía encontrarle sentido.
Con la cara casi pegada a la pintura, pude ver que en el fondo de esa habitación que habían pintado, había una puerta apenas entreabierta por donde entraba un poco de luz.
Me di cuenta de que era luz de vela porque las sombras se movían...



Pasó todo tan rápido...



Justo cuando mi celular me avisaba que no tenía mas carga, una mano cerró la puerta, mi aparato se apagó, escuché el extraño silbido y la oscuridad me atrapó...


Un grito frío y agudo partió la noche como si hubiese caído un rayo...

Y todo fue silencio otra vez...


...


" Y pasamo a una noticia que impactó a todo un barrio. El cuerpo sin vida de Alejandra Martinez, de 23 años de edad, fue encontrado esta mañana en una construcción abandonada.
Un vagabundo que suele dormir ahí la encontró y llamó de inmediato a la policía.
El cuerpo estaba intacto y sin ningún rastro de violencia, o de algún tipo de herida que pudiera causarle la muerte. La policía descarta el robo, ya que no faltaba ninguna de sus pertenencias, por esto mismo se pudo identificar el cuerpo.
El vagabundo se encuentra detenido en calidad de sospechoso en la comisaría de la zona, por lo extraño de las cirscuntancias.
Cuando la policía llegó al lugar del hecho, el reproductor del celular de Alejandra aún estaba funcionando, lo que llama la atención de los investigadores ya que el cuerpo parece haber permanecido a la intemperie por mas de 72 horas, después de muerta.
Alejandra fue vista por última vez durante el día de ayer cuando salía de su trabajo en la ciudad de La Plata en Argentina, a uno 5000 km de aquí. Los mantendremos informados...
Y ahora pasamos al móvil en vivo y en directo desde la gobernación donde..."


FIN.

Natalia Contreras

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